El plasma consiste en una sustancia eléctrica neutra con una lata de ionización compuesta por iones, electrones y partículas neutras. Básicamente el plasma es un mar de electrones e iones que conduce de manera excelente la electricidad. Si se aplica suficiente calor los electrones se separan de sus núcleos.
Una pantalla de plasma se compone de una matriz de celdas conocidas como píxeles, que se componen a su vez de tres sub-píxeles, que corresponden a los colores rojo, verde y azul.
El gas en estado de plasma reacciona con el fósforo de cada sub-píxel para producir luz coloreada (roja, verde o azul). Estos fósforos son los mismos que se utilizan en los tubos de rayos catódicos de los televisores y monitores convencionales. Cada sub-píxel está controlado individualmente por un procesador y se pueden producir más de 16 millones de colores diferentes. Imágenes perfectas en un display de profundidad mínima los plasma son intocables a los efectos de los campos magnéticos. Sucede muchas veces con altavoces, que contienen extensos imanes, pueden producir distorsiones en la imagen de las pantallas de los televisores (que se llaman decoloraciones) si están muy cerca de las pantallas. Esto no sucede con los plasma, dejando así que los altavoces o algo similar puedan estar lo cercano necesario.
Su fabricación es más simple que los LCD y sus costos son semejantes a los CTR. Sin embargo, la vida del monitor es de alrededor de 10.000 horas, un factor normalmente no considerado en el costo de las pantallas: costo por hora. Esto debería ser importante dependiendo del uso que se le dará al monitor, pues no es la misma cantidad de horas que se utilizaría si lo usáramos en nuestras casas que en una oficina.